DE LONDRES A COPENHAGUE, POR ESTOCOLMO Y BERLÍN 

Toda historia tiene un principio y un final. En toda ruta letsfly, por azarosa que parezca, el principio es la planificación.

Así pues, planifiquemos: Nos situamos en el mes de Febrero de 2018. Atrás queda el duro mes de enero, con su resaca económica incluida. Por delante la ilusión de visitar nuevos destinos y la emoción de NO saber cuáles serán. De modo que, después de varias semanas ligando combinaciones, compramos los billetes para nuestra próxima aventura durante las vacaciones de Semana Santa: Londres-Estocolmo-Berlín-Copenhague; con salida y llegada des del aeropuerto de València. Qué bien suena, verdad?

El siguiente paso, ya en el mes de Marzo, fue reservar los alojamientos. De tal forma que, como avanzamos en el artículo 5 claves para una gran ruta letsfly, pudimos realizar las compras en dos mensualidades diferentes, es decir, a plazos. Respecto a los alojamientos nos movimos bajo una premisa clara: Que estuvieran en un radio de 1 kilómetro desde la estación de destino en cada ciudad y, sinceramente, fue una de nuestras mejores decisiones.

Ya adentrándonos en Abril y a escasos días de nuestra partida, rematamos aquello que debíamos comprar por adelantado para evitar sustos: enlaces entre aeropuertos y ciudades. Además, como siempre que se pretende exprimir el tiempo en cada destino, nos empapamos de información, historia y rutas sobre cada una de las 4 ciudades que íbamos a visitar. Con todo a punto, solo nos faltaba empezar a volar.

Día 8 de Abril, València-Londres (30€):

Poco se puede añadir sobre una ciudad que tiene tantísimo que ofrecer. Cómo prevenimos, nuestro hostal se encontraba a escasos metros de la estación de Liverpool Lime street, dónde nos dejaría el tren de enlace con el aeropuerto. Así que en apenas unos minutos andando nos encontrábamos en pleno centro de Londres. La ciudad inglesa por excelencia nos recibió con 20 grados y un sol espectacular, algo que se podría considerar como un inmenso regalo. 48 horas y muchos kilómetros después (con parada gastronómica en StretXo), habíamos visitado el corazón de una ciudad tan cosmopolita que difícilmente puede tener un carácter cultural propio. Des de la modernidad del London eye hasta el clasicismo del Buckingham palace, pasando por su siempre provocativo candem town, Londres se convierte en una ciudad inacabable.

Parlamento de Londres

Día 10 de Abril, Londres-Estocolmo (15 €):

Primera y única vez que tuvimos que madrugar para coger el avión; con la intención de aprovechar al máximo las 30 horas en nuestro próximo destino. Estocolmo nos recibió con el corazón afligido, las calles repletas de flores y el desasosiego en los rostros de su gente debido a un atentado perpetuado dos días antes de nuestra llegada. En ella, nos dimos cuenta de que el tiempo de Londres había sido un regalo ya que, esta vez sí, el frio nos acompañó en nuestro viaje.

Con más capas que una cebolla, nos pusimos a turistear por una ciudad que desprende carácter nórdico por los 4 costados: sencillez, elegancia y cultura se unen en sus principales islas. Entre ellas, Gamla stan sobresale por su carisma clásico y sus privilegiadas vistas al ayuntamiento, donde cada año se entregan los premios Nobel. Una ciudad armónica y tranquila que es el vivo reflejo de la cultura del norte de Europa, tan distante de la del sud.

Barrio de Gamla stan. Estocolmo.

Día 11 de Abril, Estocolmo-Berlín (15€):

Llegamos a Berlín con la esperanza de volver a disfrutar de nuestra economía y recuperar el ritmo financiero deshecho por el capital nórdico. Y es que el nivel de vida sueco puede situarse en el polo opuesto al español, como bien demuestran los 4 € largos de un cortado en cualquier establecimiento de Estocolmo.

Pero centrémonos en Berlín. La capital alemana es una de las ciudades con una mayor riqueza histórica del viejo continente y eso, para alguien a quién apasiona la historia, ya es motivo de altas expectativas. Y no defraudó, más bien al contrario: Dispusimos de 48 horas para recorrer el viejo pasado imperial, la época de mayor crueldad humana que conviene no olvidar y la contemporaneidad del presente moderno. Des de la puerta de Brandemburgo hasta el museo al aire libre en el muro de la vergüenza, Berlín es una ciudad con ansia de agradar al que la visita, que deja en ti la sensación de que la humanidad poco a poco se rencuentra en estos parajes.

Panorámica de Berlín.

Día 13 de Abril, Berlín-Copenhague (20€):

De nuevo estabilizados y listos para el frío, volamos la noche del día 13 a la capital danesa. A nuestra llegada, no nos sorprendió la calma aparente de una ciudad pequeña pero encantadora. No tuvimos tiempo de nada esa primera noche, puesto que a las 22 ya está todo cerrado, pero sí a cargar pilas para recorrer Copenhague en 48 horas.

El frio nos acompañó en nuestro trayecto diario, aunque, dicho sea de paso, un frio combatible. Recorrimos las principales plazas y callejuelas de la ciudad, dejando en nosotros una sensación muy similar a Estocolmo; aunque quizá por las menores expectativas, Copenhague nos atrapó aún más. Una ciudad que combina a la perfección clasicismo y vanguardia, juventud y sabiduría. En Copenhague son muchos los rincones a visitar; la sobrevalorada sirenita, el barrio de christiania (excesivamente turístico en la actualidad) o la preciosa instantánea de Nyhavn. No obstante, como buenos amantes de la gastronomía, nuestro mejor recuerdo se encuentra en el Copenhaguen street food market. Y es que, el hecho de que esta pequeña ciudad cuente con numerosos restaurantes "estrellados" (Entre ellos el Noma) no es una casualidad. La combinación perfecta de tradición y vanguardia, ligada a la multitud de orígenes en sus habitantes recientes, hacen de sus platos algo único. Para el recuerdo, la fabulosa hamburguesa de pato pekinés fileteado.

Con ello, deducimos que Copenhague se erige como una ciudad a visitar con los cinco sentidos entregados al arte.

Nyvahn, Copenhague

Día 15 de Abril, Copenhague-València (40 €):

La noche del lluvioso día 15, pusimos rumbo a la capital del Túria con las maletas de mano a reventar, los bolsillos completamente vacíos y la felicidad en sus cuotas máximas.

Así que, como he dicho al inicio, toda historia tiene un principio y un final. Aunque en este caso, el final aún está por llegar... letsfly!

Nuestra primera vez

El primer viaje que recuerdo, ese que empieza a crear en ti una inquietud incesante que nunca te abandona, se produjo cuando tenía 16 años, un inglés muy básico y un abuelo que quería seguir viendo mundo junto a su nieto. Así que nos fuimos a Egipto y descubrí que el mundo no acaba donde limita mi pueblo.

Pero no, esa no fue una experiencia Letsfly sino el típico vuelo de ida y vuelta, con todo guiado y sin grandes sobresaltos o aventuras, más allá de las lógicas en cualquier viaje con tu abuelo, eso te quita el miedo a todo.

Vamos al lio, después de años de vuelos, horas muertas en el aeropuerto y búsquedas estresantes; decidí, junto a mi compañera perfecta, que había llegado el momento de volar de un sitio a otro, puesto que los enlaces son más económicos que un trayecto directo donde se suma el coste de la clásica ida y vuelta. Así que combinamos aviones y trenes para realizar una ruta única, mayoritariamente por Italia. Y este fue el resultado:

Día 5 de Julio, Alicante-Ámsterdam (40€):

La ubicación idónea de nuestro lugar de residencia, unido a la cantidad de vuelos operados desde Alicante y València, nos permite volar desde cualquiera de las dos ciudades. Así pues, la mañana del 5 de Julio y con apenas dos maletas de mano (el low cost así lo requiere), pusimos rumbo a la ciudad de los tulipanes. A nuestra llegada nos dimos cuenta de que, a pesar de que salimos en pleno verano, en los países bajos, las temperaturas estivales se asemejan a nuestras referéncias en primavera. Así que tuvimos que combatir dos días de temperaturas no superiores a los 9 grados, con más de una manga corta, como si de una cebolla se tratase, y una sola chaqueta en nuestro haber.

A pesar de que pueda parecer un problema, las temperaturas no nos dejaron helados y nos apresuramos a pasar 48 horas exprimiendo una ciudad que huele a futuro. Porque Ámsterdam es equilibro, es naturaleza y es el respeto entre ambos. En la ciudad de las bicicletas, de los canales y de la legalización se mezclan a la perfección la vanguardia y la tradición, como demuestra la existencia del Barrio Rojo, con sus famosas fachadas iluminadas de lujuria y sus coffee shops, a escasos metros de museos donde se hospedan algunas de las mayores colecciones de autores como Rembrand o Rubens. Una ciudad del siglo XXI.

Día 7 de Julio, Ámsterdam-Venecia (30€):

Otra vez en el aeropuerto y, aunque pueda parecer lo contrario, no perdemos el tiempo en él. Se nos ha metido en la cabeza la idea de que necesitamos estar allí dos horas previas a la salida de nuestro vuelo. Error! viajamos con equipaje de mano y no necesitamos facturar, así que con una hora nos basta para volar. En esta ocasión, dirección Venécia.

Todo cuanto se ha escrito sobre esta ciudad única, romántica, inspiradora... es cierto. La ciudad italiana nos recibió como el verano se merece, con sus 30 grados y su lógica humedad. Y así, pasamos 48 horas inolvidables en la ciudad de los canales. Es cierto que no es una ciudad barata, pero también que hay rutas para todos los bolsillos. Sus callejuelas, sus plazas, sus puentes, todo teñido de un aroma romántico e inspirador. Una ciudad irreal.

Canal principal. Venecia

Día 9 de Julio, Venecia-Florencia (15€):

La verdad es que nos costó abandonar Venecia y, de hecho, sigo pensando que volveremos, pero nos esperaba Floréncia. Esta vez cambiamos de medio de transporte y nos subimos al tren para recorrer los preciosos paisajes que depara la zona norte de la Toscana. Durante el trayecto encontramos más dificultades que en los enlaces anteriores; casualmente aquel día, en Florencia había una gran manifestación que impidió nuestra entrada en la ciudad y nos retrasó la llegada unas tres horas, nada que no se pueda soportar en buena compañia.

Ya instalados en el hotel, decidimos que una buena ducha nos sería suficiente para poder disfrutar de la noche en esta preciosa ciudad. Y así fue, a escasos 5 minutos andando des de nuestro pequeño y acogedor hotel (hecho que seria de grandiosa importáncia en el futuro) , nos topamos de frente con la magnánima catedral de Santa Maria del Fiore, que con todo su esplendor hace empequeñecer la plaza del Duomo. Des de ese mismo instante, la ciudad nos ganó y le concedimos 48 horas de auténtico disfrute. Y es que después de Venecia, es muy difícil dejarte cautivar. Pero Florencia nos atrapó. La ciudad de los Médici, del David de Miguel Ángel, del Duomo... en definitiva, la ciudad del arte.

Panorámica de Florencia

Día 11 de Julio, Florencia-Pisa (8€):

Aunque ya llevabamos casi una semana con la maleta de mano a cuestas, cada ciudad nueva supuso una inyección de energía vital que nos permitió seguir nuestra ruta prevista. Así pues, el día 11 pusimos rumbo, de nuevo vía ferrocarril, a la ciudad de Pisa. Durante el trayecto, de apenas 1 hora, debatimos sobre la próxima parada y coincidimos en que las expectativas sobre esta ciudad eran bastantes bajas, motivo por el que decidimos visitarla en 24 horas, y la verdad es que fue suficiente.

Pisa es una ciudad pequeña y no excesivamente bonita respecto a la belleza que hay a su alrededor. Pero bien es cierto que cuenta con uno de los monumentos mas visitados del mundo, la famosa Torre inclinada. Si a ello le sumas un aeropuerto minúsculo pero operado por compañias low cost, te da como resultado la aparición de ríos de turistas.Allí pasamos una tarde llena de fotos y risas, conociendo un poco mejor aquel complejo y el porqué de su singularidad. Después, ya con la sensación de haber tocado techo y disfrutando de cada uno de los últimos rayos de sol en Itália, dimos por concluida nuestra primera experiéncia Letsfly, anotamos dónde podíamos mejorar y empezamos a planificar la siguiente: Un puente por Inglaterra.

Y es que si realmente hay algo que compras y te enriqueze, es sin duda viajar.

Día 12 de Julio, Pisa-València (32€)

Complejo de Pisa

LETSFLY:

- Del 5 al 12 de Julio de 2016)

- Precio de todos los transportes entre ciudades (Avión y tren): 120€

- Horas en cada ciudad: Ámsterdam (48), Venecia (48), Florencia (48), Pisa (24h)

- Anotaciones para la siguiente experiencia: Mejorar la ubicación del hotel respecto al punto de llegada. 

5 CLAVES PARA UNA GRAN RUTA

1. COMPRA POR ADELANTADO Y A PLAZOS: Cuando planificamos una ruta al estilo Letsfly nuestro objetivo es optimizar al máximo nuestros recursos sin renunciar a la calidad de un viaje. Por ello, nuestro "modus operandi" se basa en la compra "a plazos". Esto conlleva que, a dos meses vista de nuestro viaje, nos centremos en las ofertas aéreas para, posteriormente, hacer las reservas en hoteles u hostales. De este modo, pagamos en diferentes mensualidades y solo nos queda decidir cuánto gastar en cada ciudad.

2. BUSCA ALOJAMIENTO CÉNTRICO: En todas las ciudades europeas, como es lógico, los aeropuertos se encuentran en las afueras. Por ello, necesitaremos trasladarnos hasta el centro en algún medio de transporte. La red de metro y trenes es nuestra solución. Así que si nuestro alojamiento se encuentra en un radio de 1 km desde la estación central, no solo nos aseguramos optimizar al máximo nuestro tiempo, sino que también ahorramos al tener que utilizar solo un abono de transporte. Aunque pueda parecer difícil encontrar alojamientos económicos en estas zonas, la realidad es bien distinta ya que la gran cantidad y variedad de ofertas existentes dinamitan los precios en determinadas zonas.

3. CONOCE LA CIUDAD CON ANTELACIÓN: Este es un punto vital. En 48 horas podemos conocer una ciudad (en función de su tamaño e historia) y tener tiempo para relajarnos. Ahora bien, debemos haber planificado a la perfección nuestro recorrido en las jornadas previas. Así pues, debemos saber qué, cómo y cuándo queremos visitar, cómo funciona el transporte de la ciudad, cuál es su cultura y ritmo de vida, etc. Con todo ello, evitaremos sorpresas ingratas (sobre todo en los horarios de comidas) y disfrutaremos al máximo de nuestra experiencia.

PD: Repasar la historia de la ciudad que vamos a visitar durante los trayectos aéreos también es de gran ayuda.

4. EVITA LAS COLAS: Ligado al punto anterior. Hay muchas maneras de exprimir una ciudad en poco tiempo, des de visitar sus museos, hasta patear todos y cada uno de sus rincones más emblemáticos. Como en casi todo, en el equilibrio está la clave. Por ello, debemos saber de antemano qué lugares vamos a visitar y, en el caso de que sea un lugar muy concurrido, evitar las colas si es posible. Para ello, es necesario comprar las entradas con antelación (lo cual nos puede ahorrar algunos € también) y saber cuáles son las horas de menos afluencia turística. Hasta tu cuerpo te lo agradecerá.

5. ELIGE BIEN TU COMPAÑÍA: Quinto y último punto aunque probablemente el más importante ya que supone la base en torno a la que girará tu experiencia. Hay mil maneras de organizar un viaje y todas ellas tienen sus puntos positivos. Se puede viajar en grupo, en pareja, solo, etc. No obstante, cada compañía requiere un tipo de viaje. Una ruta al más puro estilo Letsfly precisa de una organización y sincronización prácticamente absoluta. Así pues, si viajamos en grupo, las probabilidades de que surjan diferentes alternativas de ocio y horarios son bastante elevadas. Para ello, lo mejor es una buena dosis de democratización y de buena voluntad. Al viajar en pareja, la cosa cambia ya que de vosotros dos depende el qué, el cómo y el cuándo; así que si la sincronización es alta, el viaje puede resultar extraordinario. En el caso de viajar solo, este punto no te debe importar en absoluto.

Es importante resaltar que cualquier viaje, sea donde sea, nos aporta muchísimo como seres humanos. A pesar de ello, quien te acompañe en tu aventura puede traducir una gran experiencia en una huella imborrable en tu camino.

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